Limpio, fresco y ordenado. Si quieres que estas tres normas básicas imperen en tu baño, repasa las zonas específicas en las que debes incidir con esmero.
TEXTILES INTACTOS
No hay nada más desagradable que una toalla húmeda. Para evitarlo, utiliza toalleros de barra que te permitan extender bien el textil para que se seque entre uno y otro uso.
RESIDUOS SÓLIDOS, A LA PAPELERA
Si quieres aportar tu granito de arena para proteger el medio ambiente, empieza por tirar al inodoro solo lo imprescindible. Deposita toallitas húmedas, discos desmaquillantes y demás productos higiénicos en una papelera con bolsa aromatizada.
¡ADIÓS A LAS MANCHAS!
Apréndete bien este concepto: tecnología hidrófuga, porque será lo que busques sin descanso al renovar tu baño. Gracias a esta pintura inteligente, que repele las manchas, no tendrás que preocuparte si tu hijo se ha ido a la ducha nada más terminar de merendar y ha dejado un rastro de chocolate alrededor del interruptor de la luz. Pasarás un paño y la pared quedará como recién pintada.
LAVABO DE CERÁMICA
Mantener el lavabo impecable será más fácil si tienes a mano una bayeta y un paño seco. Al lavarnos las manos o los dientes, resulta casi inevitable manchar el espejo; un truco rápido y eficaz es pasarle después del aseo diario una toallita específica para limpiar cristales. Y si te espanta encontrarte pelos en el suelo… usa una gamuza de usar y tirar antes de pasar la fregona.
SUELOS LIMPIOS Y SEGUROS
Las salpicaduras de agua en las zonas de lavabo o ducha pueden ser peligrosas. Un pavimento antideslizante, resistente y fácil de limpiar, evitará resbalones y, si parece hidráulico como este, añadirá calidez al baño.
