No es que sólo sea incómodo y molesto en el hogar, sino que estas humedades no son nada buenas para la salud de los inquilinos. Los hongos se apoderan de estos lugares y pueden provocar alergias o infecciones si no se tratan a tiempo.
¿Por qué aparecen? La falta de ventilación o el clima pueden ser los principales factores de estas incómodas apariciones.
¿Y cómo tratarlo? Tranquila, hay solución. Varias, además. Entre ellas, un remedio natural que funciona con todo. La mezcla de vinagre blanco con agua. Diluyendo una mezcla de media taza de vinagre con un cuarto de taza de agua y virtiéndolo en un bote con atomizador, conseguirás una solución que elimina las manchas al momento. Rocíalo sobre ellas y deja secar, ventilando de forma correcta. Repite esta operación durante toda una semana. Cuando las manchas se resisten, puedes probar a frotar con vinagre y un paño directamente.
Abre bien todas las ventanas. Es fundamental ya que la proliferación de bacterias por humedad se produce en ambientes en los que no circula el aire.
Otra solución para evitar humedades es no tender la ropa dentro de casa, algo que atrae sin duda la humedad y evita que la ropa se seque de forma correcta, además de impregnarse de malos olores.
Con bicarbonato de sodio puedes conseguir eliminar manchas difíciles por humedad. Es un buen ingrediente por todas sus propiedades antibacterianas y absorbe la humedad a la perfección. ¿CÓMO? Frota la superficie con ello y deja actuar un par de horas. Retira después con un paño o cepillo.
También la sal marina ayudará a terminar con la humedad. Neutraliza el mal olor y evita las manchas. Puedes utilizarlo incluyéndolo en pequeñas bolsas distribuidas, por ejemplo, dentro de los armarios.
Por último, recuerda no cubrir nunca las humedades. Esto no favorece la correcta ventilación y hará que el moho prolifere más rápidamente.
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