A la hora de decorar una vivienda puede haber muchos gustos y estilos, pero hay una cosa que está clara: todos necesitamos una cama. Es una decisión fundamental que puede ser la diferencia entre gozar de un sueño reparador y de calidad durante la noche o despertarse cada día más cansado de lo que te acostaste. Para ello es fundamental elegir la pieza ideal que nos asegure un descanso de calidad.
Elegir el colchón
Lo primero que tienes que tener en cuenta que el precio es sinónimo de calidad, pero por ser más alto no se va a adaptar mejor a tus necesidades. Debe tener la dureza adecuada para que sirva de apoyo a la curvatura de la columna y, al mismo tiempo, que proporcione alivie los puntos de presión. Para elegirlo debes probarlo en las diferentes posturas en las que duermes: boca arriba, de lado o boca abajo.
Actualmente existen en el mercado numerosos tipos y modelos de colchones y puede llegar a ser un lío elegir entre tantas opciones. Para no perderte en la elección ten en cuenta estos tres aspectos fundamentales:
1. Firmeza
Para saber si es de tu agrado colócate boca arriba y pon la mano en tus lumbares. Debe quedar atrapada entre ambos, de lo contrario el colchón es excesivamente rígido.
2. Elasticidad
Debe ceder con la presión de las partes más sobresalientes del cuerpo: la pelvis y los hombros.
3. Tamaño
RECUERDA: los fabricantes recomiendan cambiar el colchón cada diez años, para que siga aportando las cualidades que lo caracterizan.
Elegir la base
Aunque lo parezca, no todas las bases para colchones son adecuadas para todos los tipos de colchón. La base del colchón debe ser firme y uniforme. Tanto si optas por una base de láminas como por un canapé, deberán disponer de espacio libre para que el aire pueda circular y se establezca una adecuada ventilación.
Elegir la almohada
La almohada debes elegirla en función del volumen de la cabeza, de la longitud del cuello y de la forma de dormir. Si duermes boca abajo debes elegir una almohada fina y blanda. Si, por el contrario, duermes la mayor parte del tiempo boca arriba, elígela de mayor grosor y firmeza.
Si tienes problemas en las vértebras cervicales puedes optar por una almohada específica (almohada cervical) que te aliviará la presión durante el descanso. También hay almohadas destinadas a paliar algunos problemas durante el sueño, como los ronquidos o el insomnio.
El lugar elegido será proporcional al espacio de la habitación, por eso si es pequeña será mejor elegir una estructura ligera o prescindir del cabecero. Es mejor emplear todo el espacio para la colocación del colchón y el somier.
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