consejos para evitar que tu casa se dilate con el calor

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  1. Contraventanas o ventanas con rotura de puente térmico

Uno de los materiales que más sufre la dilatación es el PVC que, a largo plazo pierde su forma y empeora su funcionamiento, dando lugar al característico “chirriar” de puertas y ventanas. El aluminio, en cambio, no pierde su forma original pero sí es un fuerte transmisor de temperatura. Por ello, una de las mejores soluciones para evitar el calor y ahorrar a largo plazo sería la instalación de ventanas de aluminio con ‘rotura de puente térmico’, que cuentan con un mecanismo específico que impide la transmisión del calor. Además, los expertos de Reparalia también recomiendan instalar contraventanas(que hacen función de aislamiento en invierno) y añadir toldos y persianas.

  1. Vidrios inteligentes para evitar el efecto lupa

El efecto lupa característico de los vidrios tradicionales o monolíticos (sin cámara) puede convertir nuestro hogar en una verdadera sauna. Habitualmente esta situación se minimiza si se les cubre con un vinilo reflexivo. Pero la tecnología siempre está ahí para mejorar nuestras vidas y, si realmente quieres que tus cristales dejen de quemarte las manos, lo mejor es comprar los denominados “vidrios inteligentes”, que controlan la cantidad de luz, calor y energía que transmiten.

  1. Pinturas ultravioleta para las paredes más expuestas

Las paredes y techos son las estructuras del hogar más afectadas por el sol. Sufren dilataciones y contracciones que pueden derivan en grietas, en un inicio quizá demasiado sutiles para poder observarlas fácilmente. Asimismo, las macromoléculas y pigmentos que componen las mayorías de las pinturas se degradan con los rayos ultravioletas del sol y las paredes acaban con un tono descolorido. En estos casos, es imprescindible renovar cada tres años la pintura de las paredes interiores y exteriores, así como elegir, siempre, pinturas con protección ultravioleta. Toma nota: las pinturas brillo son más resistentes a la intemperie que las pinturas mate.

  1. Protección tintada y soluciones microporosas para muebles y maderas

Para evitar que los muebles y maderas expuestos al sol pierdan su color original se les debe administrar ‘protección tintada’, compuesta de pigmentos que actúan como filtro solar. Es importante aplicar una imprimación antes de pintar y elegir un tipo de pintura microporosa que deje respirar a la madera. Si se prefiere, se puede aplicar únicamente barniz y protector frente a cualquier otro tipo de pintura, ya que les otorga cualidades de resistencia e impermeabilidad y, al ser trasparente, se respeta su color original.

  1. Buena climatización para electrodomésticos y calderas

Los electrodomésticos llegan de fábrica bien preparados para combatir las temperaturas, sin embargo, no se libran de la dilatación de algunos de sus componentes metálicos cuando se exponen al calor excesivo. Además, cuando las bajas temperaturas vuelven a enfriar la estructura del aparato tras el periodo estival, al volver a su forma habitual pueden sufrir averías mecánicas y, sobre todo, electrónicas. Por ello, la única solución es mantener una buena climatización de la zona donde estén instalados, o un buen contrato de mantenimiento para reparar estas habituales averías.

  1. Mimos para el parquet.

Lo que deteriora el parquet son los fuertes contrastes de los cambios de temperatura a lo largo del año. No existe una fórmula mágica para prevenir esto, y la única solución al respecto es acuchillar el suelo y volver a barnizar. Para el cuidado diario y para una correcta conservación, los profesionales de Reparalia recomiendan utilizar jabones neutros y mantenerlos bien nutrido.

Con estas soluciones evitaremos que tu casa se dilate con el calor y evitar así futuras reparaciones. ¡Perfecto!

 

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